Modelos de filtro de la atención


Modelos de filtro precategorial
Modelos de filtro postcategorial
Los modelos de filtro de la atención se centran en el concepto del filtrado. Este consiste en elegir un fragmento del flujo sensorial y darle acceso al canal central del procesamiento, mientras que el resto se pierde (atención selectiva).
Existen dos tipos de modelos de filtro, que son los siguientes.
El modelo de filtro rígido de Broadbent pertenece a este tipo. En estos modelos la selección de la información es temprana, es decir, el mecanismo atencional opera en las fases iniciales del procesamiento.
El proceso consiste en un registro sensorial (que se realiza en paralelo, y donde se analizan las características físicas del estímulo), la aparición del filtro (que selecciona la información que atiende) y finalmente la aparición de un canal central único donde el estímulo llega a ser procesado semánticamente (en serie).
En estos modelos sólo la información debidamente atendida se procesa a nivel semántico.
Aquí la selección de la información es tardía, es decir, el mecanismo atencional opera más tarde que en el anterior.
En estos modelos, existe un almacén sensorial que incluye un sistema analizador (procesamiento de las características físicas y semánticas en paralelo y de forma automática/pasiva). Posteriormente aparece el filtro, que recoge todas las señales y las selecciona.
El siguiente elemento es la memoria a corto plazo o mecanismo central de atención, que analiza activamente y conscientemente el mensaje (se trata de un proceso controlado, que consume recursos atencionales).
En estos modelos, a diferencia de los anteriores, toda la información se procesa a nivel físico y semántico.


El modelo de filtro rígido de Broadbent

Características del modelo rígido de Broadbent
Características del filtro de Broadbent
Se trata de un modelo de filtro precategorial, donde el filtro va antes del análisis semántico. Es decir, primero aparecen los estímulos, que se guardarán en el almacén sensorial. Después actuaría el filtro, que seleccionaría la información.
Esta se almacenaría en la memoria a corto plazo (un canal de capacidad limitada), y finalmente cierta información pasaría a la memoria a largo plazo (entre estos dos elementos, aparecerían las respuestas del sujeto ante la estimulación).
Aquí se aplicaría algo parecido a la “ley de todo o nada”, es decir, la información pasa o no pasa (se procesa un mensaje cada vez).
El procesamiento se realizaría en paralelo a nivel periférico.
La memoria sensorial retiene transitoriamente la información. El filtro que plantea es rígido y selectivo, ya que elige un fragmento del flujo sensorial y le da acceso al canal central, mientras que el resto de la información no relevante se pierde (esto ocurre para evitar la sobrecarga del canal central causada por los canales sensoriales múltiples).
A nivel central se realiza un análisis categorial o semántico de la información, es decir, se da un procesamiento secuencial y el canal es de capacidad limitada.
Se trata de un filtro rígido, un dispositivo de “todo o nada”. La selección de la información se hace en función de las características físicas de los estímulos sin tener en cuenta el significado de los mensajes. El procesamiento semántico se realizará posteriormente.
Por otro lado, la probabilidad de que un mensaje sea o no seleccionado dependerá de las propiedades de los estímulos (localización espacial, intensidad, velocidad de presentación, modalidad sensorial…) y del estado del organismo.
El filtro solo puede centrarse en un canal o mensaje a la vez, y su transición es de dos segundos.
Es importante distinguir


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